Generaciones en el ámbito laboral

Generaciones en el ámbito laboral

En el mercado laboral actual conviven hasta 5 generaciones diferentes. La complejidad que ello conlleva debe ser tenida en cuenta por todos los niveles del «management» y por la propia organización como lugar de encuentro, convivencia y de generación de resultados.

A continuación puedes encontrar una introducción, que he retocado ligeramente, de un artículo de Expansión y Empleo al respecto.

Puede ser clarificadora para todos aquellos menos iniciados en este «problema o oportunidad» y, en cualquier caso, realidad de nuestro entorno laboral a nivel mundial.

Las cinco generaciones

LOS VETERANOS (Nacidos antes de 1956)

Son aquellas personas a punto de jubilarse o que, habiendo superado la edad de jubilación, continúan activas de muy diferentes maneras. Está generación es la menos homogénea a nivel internacional pues han vivido etapas iniciales en su vida personal y profesional donde la desconexión entre países  y entornos económicos y culturales era muy marcada. En el caso de España la mayoría sufrió etapas iniciales laborales muy duras, donde el esfuerzo «per se» era recompensado con una larga vinculación laboral con uno o pocos empleadores y una mejora lenta y continuada de condiciones. Se han beneficiado de un sistema de seguridad social sostenido que les ha permitido unas condiciones dignas de jubilación o incluso de pre-jubilación, con unos servicios sociales en general adecuados. «Han trabajado para sus padres y luego para sus hijos». Algunos en la última crisis han sostenido la estructura familiar. Los que han decidido continuar en el ámbito laboral son personas con inquietudes especiales y muchos de ellos con un alto grado de especialización, si bien no siempre capaces de integrarse con generaciones más allá de los Baby Boomers o los X. Cada vez hay menos. Aprovechemos lo bueno que tienen: conocimiento, valores, lealtad, visión a largo plazo…..

‘BABY BOOMERS’ (1956/1964)

Bill Gates, Angela Merkel o Barack Obama son algunos de los que integran esta generación que en España se caracteriza por sus proyectos vitales a largo plazo y la familia que determina sus intereses. Esta generación, nacida entre 1956 y finales de los sesenta, se reconoce como la de los románticos que se vinculan a las cosas y las personas y que depositan sus afectos en esas tradiciones que han ido construyendo. Este apego que da estabilidad y seguridad tiene también una cara B que ya se deja sentir en muchas organizaciones: su miedo a soltar lo que se conoce para aferrarse a algo que cambia continuamente. Su fidelidad laboral no tiene discusión. Valoran lo que han conseguido y se sienten muy orgullosos de sus trayectorias. Son conscientes de los privilegios que han conseguido, lo que influye también en su miedo al cambio, por eso muchos entran en pánico cuando pierden su trabajo: se sienten indefensos porque no disponen de las herramientas necesarias para enfrentarse a un mundo nuevo que desconocen.

No sienten esa amenaza ante el relevo generacional. Casi no hacen mención a la Generación X, los ven muy cercanos, los respetan y entienden su lenguaje, se sienten cómodos y a salvo. Califican a los Millennials de retadores e inconformistas, que no respetan la autoridad y que no están dispuestos a hacer los sacrificios que ellos han realizado.

‘GENERACIÓN X’ (1965/1980)

Suelen ocupar los puestos intermedios en la organización. Tienen la presión desde arriba de los sénior -que tienen cuerda para rato en los puestos de alta dirección- y, desde abajo, la de los empleados más jóvenes que vienen pisando fuerte. Es la generación de la consolidación de la mujer en el mercado laboral y sienten la presión de las demandas de una buena carrera profesional y de sus vidas privadas. Responsables y adaptables, se describen como la generación atrapada entre la conciliación de la vida familiar y el trabajo.

Cuando se les preguntó por aquello que les hacía sentir más orgullo sobre su desempeño profesional, hablaron poco o nada de los logros personales y del éxito y mucho de ayudar a clientes, ser honesto con los otros y crear buenos equipos de trabajo. En contacto con los más jóvenes, se ven en la obligación de tener una mente muy abierta ante las nuevas ideas, y creen que deben ser flexibles y no estar cerrados a sus propias ideas. Su opinión de los Baby Boomers es contradictoria: ven cómo muchos de ellos están apartados y marginados por las organizaciones, pero son conscientes de que su frustración ante unas carreras profesionales que no se han cumplido es consecuencia del tapón que generan. Perciben a los Millennials como retadores e inconformistas y critican su falta de respeto a la autoridad. Consideran mejor a los Z porque piensan que son más luchadores porque, como ellos, han crecido en plena crisis.

‘MILLENNIALS’ Y ‘Z’ (1981/1994) (1995/2010)

Los más jóvenes son muy similares. Los Millennials son los que más conciencia tienen de su valor diferencial, se creen distintos, pero quizá porque desde fuera se insiste en esa diferencia. Protagonistas del cambio tienen, sin embargo, miedo a perder el control: están tan habituados a la inmediatez que temen su desadaptación a la vida cotidiana y confundir lo virtual con lo real. Demandan más autonomía y confianza, y quieren crecer muy rápido. Ese no es su único temor: saben que los Z están mejor preparados que ellos, tienen un espíritu más libre y más emprendedor. Por eso manifiestan una sensación de vértigo por los que vienen, porque piensan que ellos son los verdaderos nativos digitales.

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